lunes, 16 de abril de 2018

Una abdicación sorprendente


En la VIII Cumbre de las Américas, el empresidente Macri presentó su renuncia. O así lo pareció, de acuerdo a sus dichos. “Allí donde la democracia se debilita, la corrupción se incrementa y allí donde la desigualdad no da tregua, la corrupción echa raíces”, pontificó Macri ante los demás mandatarios. En los dos años y pico de su gestión, con las modificaciones por decreto de leyes, la presión ejercida sobre jueces y fiscales, la intervención del PJ, los presos políticos, la imposición de los debates parlamentarios, cierre de medios opositores, entre muchos otros episodios, la democracia se ha debilitado. Tanto que “la desigualdad no da tregua” por casi todas las medidas defecadas por el Cambio, tanto que la corrupción ha echado sus raíces desde el núcleo duro gubernamental. Lo que han denunciado del gobierno anterior y no han podido demostrar, lo están haciendo Ellos con absoluto desparpajo.
Algunos hipnotizados por los globos todavía sostienen que la inevitable crisis que ya se está vislumbrando es culpa de que los K se llevaron todo. Si así fuera, deberían preocuparse por recuperar ese Todo que los K se han llevado. Hace años que lo vienen intentando con bóvedas de cartón prensado en estudios televisivos, excavaciones arqueológicas en la Patagonia y hasta destrozando dragones esculturales y no han encontrado nada. Salvo Los Bolsos de López que, por lo absurdo del hecho, huele más a puesta en escena ejemplificadora que a otra cosa. Si el objetivo fuera tapar el agujero de todo lo que los K se llevaron, no habrían eliminado o reducido las retenciones, renunciado al impuesto a los bienes personales ni suprimido los aranceles a las importaciones.
Y por si esto fuera poco, los colonizados mediáticos creen que la inflación creciente es más culpa de ese mito que de las medidas que el Gran Equipo ha tomado. Cualquiera que haya cruzado por la vereda de enfrente de cualquier facultad de Economía sabe que la devaluación de la moneda, la exportación libre, la baja de la producción y los incrementos tarifarios producen inflación. Además, un país que emite deuda a razón de 70 mil dólares por minuto no puede evitar una debacle inflacionaria y un impedimento de su desarrollo, además de la pérdida de la Soberanía.
En los escasos ocho minutos que duró su intervención en Lima, Macri reconoció la incapacidad para seguir al frente de la presidencia. “Nuestra gente merece gobernantes honestos y con vocación de servicio que no trabajen para beneficiarse a sí mismos”, expresó, en lo que podría interpretarse como una sincera autocrítica. Pero no soñemos: es tan hipócrita que siempre habla de otros, aunque pareciera hablar de sí mismo; es tan cínico que disfraza de denuncia lo que, en verdad, es una confesión.
Contradicciones que a nadie enojan
Si Macri se puede presentar como paradigma de la honestidad, que la jueza Servini de Cubría intervenga la RAE para reorganizar los significados. Pero el Ingeniero no es un arrepentido. Al contrario, se enorgullece de conducirnos al abismo del que se va a beneficiar, junto a sus secuaces. El término ‘honestidad’ choca con su trayectoria de estafas al Estado en todos sus niveles, con deudas privadas asumidas como públicas y obras cobradas pero no ejecutadas. Un honesto condenado por contrabando es una contradicción gigantesca. Un honesto no esconde su botín en guaridas fiscales ni blanquea fortunas espurias a través de familiares-testaferros; un gobernante honesto no incrementa las tarifas de peajes para después vender su empresa de autopistas al cuádruple de su valor; un honesto no se perdona su deuda con el Estado cuando se convierte en su administrador. Macri no sólo es deshonesto sino que, desde el primer día de su gestión, ha tomado decisiones para su propio beneficio y el de sus aliados, desde el endeudamiento hasta el blanqueo, desde las medidas macro-económicas hasta los tarifazos. Su vocación de servicio sólo está orientada a sus arcas.
Y si se presenta como el más democrático de los presidentes es porque sabe que se dirige a alelados que no entienden nada. Macri conquistó las urnas con promesas que no pensaba cumplir y eso no es muy democrático que digamos. La Pobreza Cero significó una multiplicación de pobres; la eliminación del impuesto a las ganancias trocó en un incremento de casi el 80 por ciento de contribuyentes; el empleo de calidad mutó en desocupación, tercerización y cuentapropismo; el desarrollo finalizó con la última notebook ensamblada en Tierra del Fuego en abril del año pasado; el Supermercado del Mundo en que nos iba a transformar está empezando a importar soja; el impulso a las economías regionales aniquiló a los horticultores y hasta exterminó a La Estancia del Rosario, una fábrica de alfajores tradicional de Córdoba, la provincia que más se inclinó hacia el Cambio.
Macri no se arrepintió por todos los desastres que está provocando, pero, como siempre, se rio en nuestra cara. En forma paralela, se realizó en Lima la Cumbre de los Pueblos, con organizaciones sociales y partidos de izquierda de todo el continente. En el documento final, los asistentes condenaron al gobierno de Estados Unidos por su recrudecida política imperialista y al de Argentina porque el régimen de Macri “se caracteriza por robarle a los pobres para enriquecer a los ricos, por el aumento de la deuda externa, por la represión a los movimientos populares y por el irrespeto a los derechos humanos”. Después de enumerar los atropellos de Mauricio el escrito advierte que con un gobierno así, “la democracia argentina está en riesgo”.
Pero Macri confía en el hipnotismo mediático que lo ha conducido hasta el lugar más inmerecido. Por eso puede ostentar ignorancia y trastocar los conceptos. Por eso dice que la desigualdad o el debilitamiento de la democracia producen corrupción, cuando es al revés. Por eso dice creer que nos está haciendo un bien aunque nos esté ocasionando un mal. Por eso se puede plantar como el mejor presidente de la historia aunque la Historia lo va a recordar como el peor. Por eso se va a sorprender cuando la conciencia despierte y lo desaloje sin disculpas del lugar de honor que nunca debió haber ocupado.

1 comentario:

  1. esta gente es inútil hasta para disimular con "efectos especiales" toda la que se mandan, gracias Gustavo por tu "compañía" en estos tiempos de oscuro imperio diría el maestro Yoda-besos y compartido

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