viernes, 30 de mayo de 2014

Otra consigna carroñera que se derrumba

     Un pedido desesperado a quienes tengan intenciones de sumarse a la carrera presidencial: un poco de seriedad a la hora de hacer las propuestas de campaña. Un programa de gobierno no puede estar basado en inconsistencias tales como el respeto a las instituciones y la división de poderes, salvo que estemos en lo más profundo de una crisis, situación que formó parte de las peores pesadillas de nuestro pasado. O, en todo caso, que sus autores enumeren las situaciones en que se alteran esos tópicos y que aclaren quiénes son los que las provocan. Claro, esto no lo dicen porque los que más pisotean las instituciones son los grupos económicos concentrados que hacen lo imposible para gambetear las leyes y presionan al Poder Judicial para que facilite su perverso accionar. Tampoco vale agitar el fantasma de la corrupción porque así, en abstracto, sólo contribuye a generar desconfianza hacia las autoridades avaladas por el voto popular. Así no vale: no existe La Corrupción, sino los personajes corruptos. Esa debe ser la manera de construir un país con futuro.
   Pero no son éstas las únicas inconsistencias que se han escuchado de los apresurados candidatos en campaña. El aislamiento del mundo es un lugar común de los que – de manera conciente o no- pregonan un retorno a las relaciones carnales que tanto nos han perjudicado. Porque cuando dicen que estamos así, aislados del mundo, deberían especificar también de qué mundo estamos aislados. Porque si no parece que viviéramos en la estratósfera del Infame Riojano, que no es Ramón Díaz, vale aclarar. Ni siquiera Cuba, que es propiamente una isla bloqueada por el Imperio, está aislada del mundo. Entonces, para que esa fórmula que recitan no parezca una pavada deberían aclarar qué significa estar aislados del mundo. Si no lo hacen, quedará como pavada.
   Y vaya si lo es. El relato kirchnerista de esta semana incluye dos hechos internacionales trascendentes por el mismo precio. De paso, podemos incluir el buen resultado que tuvo el escandalete de la emblemática carta papal, con la desmentida de la desmentida realizada por el propio Francisco. Todavía estamos a la espera de las disculpas pertinentes por parte de los periodistas y políticos de la oposición que salieron a decir tonterías deslegitimadoras entre el jueves y el sábado de la semana pasada. Mientras esperamos en vano, podemos seguir adelante con este apunte.
   Uno de los hechos internacionales importantes ya es conocido, salvo para los lectores cautivos de los medios hegemónicos, que poco o nada publicaron del asunto. Nuestro país fue invitado por Rusia a participar de la sexta cumbre del Brics, el bloque de países emergentes, en Fortaleza, Brasil, a mediados de julio. Este organismo reúne a cinco países que, en conjunto, significan la cuarta parte del producto bruto mundial, el 43 por ciento de la población del planeta y moviliza el 20 por ciento de la inversión del mundo. El mero hecho de haber sido invitados, da por tierra esa absurda consigna del aislamiento que muchos aún denuncian. Mientras más lejos estemos del mundo del que, según ellos, deberíamos formar parte, mucho mejor nos irá.
   La Presidenta se hizo cargo de dar a conocer el segundo hecho, para que no sea ocultado, minimizado o tergiversado por los confundidores de siempre y tiene que ver con el acuerdo alcanzado con el Club de París. Negociación muy compleja porque las exigencias iniciales de los acreedores no se condecían con las aspiraciones de un país que está re-construyendo su soberanía. Porque ganó la cordura o porque la convicción de Kicillof deslumbró a los negociadores, el resultado es muy favorable. Y para los que dicen que la deuda no debería pagarse, ya es demasiado tarde, porque desde 1983, con la asunción de Raúl Alfonsín, los estragos económicos de la dictadura pasaron a formar parte de nuestro patrimonio. Podría haberse evitado, pero no pudo ser.
   Entonces, todos los que se erigen como revolucionarios de varieté, en lugar de clamar dicterios contra la Deuda, deberían exigir que los que se beneficiaron con ella contribuyan a pagarla. Porque las enormes cifras que entraban con formato de crédito iban a parar a las cuentas extranjeras de los empresarios instigadores del golpe, en lugar de destinarse al desarrollo productivo. Nombres de los principales exponentes del Poder Económico que, en vez de agradecer semejante favor, continúan especulando y complotando para seguir llenando las jorobas. A éstos hay que reprocharles el tema de la Deuda. O por lo menos, recordarlo cada tanto para que no sigan jorobando nuestra vida.

1 comentario:

  1. Muy Bueno Gustavo ! Y son tan Necios (los Grupos archi conocidos) que no solo no pudieron aceptar y/o digerir,q un Funcionario tan Joven y TAN CAPAZ haya logrado un Acuerdo "sin arrodillar al País ,que lanzaron Todo tipo de hasta "infantiles" argumentos para impedir que los 40 millones de arg. realmente conocieran Tan Brillante Gestión ! Por suerte la Gran Mayoría lo sabemos.

    ResponderBorrar

Un viernes negro

  La fortuna nos dio una chance. El disparo no salió, pero podría haber salido . El feriado del viernes es un casi duelo. La ingrata sorpres...