viernes, 2 de agosto de 2013

Nuevas sorpresas para la derrota



Naufragios y manotazos en el agua gélida
Este mes comienza con la agitación propia de los días previos a las PASO y todo parece funcional a la campaña. Lo que de un lado y otro se ofrece a consideración del electorado es muy diferente. Desde un lado sólo hay un contrerismo patológico que deviene en promesas que se desgajan apenas pronunciadas. Desde el otro, hay una gestión que, a pesar de algunas contradicciones y unos cuantos errores, ha logrado transformar al país de manera nunca soñada. Aciertos que demuestran que otro país es posible y que el camino es el iniciado en mayo de 2003. Pero algunos se esfuerzan en negarlo, aunque cada vez con menos éxito. Hasta los candidatos opositores deben reconocer los avances, a regañadientes y con mucha mezquindad. Unos pocos lo hacen de buena fe, pero la mayoría no. Nadie con dos dedos de frente puede creer que los exponentes de la derecha más rancia manifiesten tanto beneplácito por la AUH, si será lo primero que borren de un plumazo cuando las papas quemen o, lo que es lo mismo, cuando la angurria lo requiera. Ya los conocemos, por más que se disfracen de inocentes pastorcitas. Imposible que en una misma entrevista meneen el rabo por la AUH y muestren los dientes por el gasto público. Contradicción –o cinismo- tan evidente que no puede engañar a nadie.  
Los gestos hipócritas abundan entre los que se erigen como guardianes de la moral. Durante años, los sicarios del monopolio han gastado saliva y papel para probar inexistentes atropellos a la libertad de expresión. Incluso, paradoja ya muy extendida, denunciaban censura con absoluta libertad.  Recordar los rostros que se contraían ante las cámaras simulando dramáticos gestos de preocupación basta para carcajear durante varios días. Cacareadores radiales a toda hora teorizando sobre los peligros del autoritarismo inminente y opositores laderos para toda ocasión que asentían con enormes esfuerzos para contener la risa. De estos episodios hay un montón en la memoria colectiva. Pero esas parodias periodísticas no están dirigidas a ningún conjunto histórico y solidario, sino a un manojo de individuos amnésicos que ni recuerdan los libelos que los bombardearon ayer. Bípedos inmunes a las desmentidas, tan prejuiciosos que resultan blanco fácil de la más primitiva manipulación. Tanto que ni se enteran de que esos mismos monigotes disfrazados de liberales patricios son los que iniciaron una demanda contra Víctor Hugo Morales.
Aunque el hecho es conocido, vale la pena recordarlo. El CEO del Grupo Clarín, Héctor Magnetto, denunció al periodista y locutor por “daños y perjuicios” provocados por algunos dichos de su programa radial. En plena noche, recibió una citación para una audiencia de mediación con el sujeto más poderoso del país. “Me gustaría acudir a la audiencia con las manos en los bolsillos –reveló el charrúa en una entrevista radial- y decirle a Magnetto: ‘señor, haga de mí lo que quiera. Estoy encantado de ir preso por usted’”. En verdad, si existe un juez o un fiscal que mueva un milímetro de su dedo por una causa tan injusta, el sistema judicial está irremediablemente perdido. La Justicia tiene que equilibrar, no ponerse de parte del más pesado. Los jueces tienen que protegernos de estos monstruos que se quieren apoderar de todo. Pero Víctor Hugo, con la calma que lo caracteriza, anunció que va a "aprovechar la ocasión para decirle en la cara lo que pienso de él y ratificarme en cada cosa que haya dicho en mi vida respecto de lo que juzgo es la mafia mediática en la Argentina, con la imperiosa necesidad que tenemos de modificar esos poderes y hacerlos más plurales". Sería interesante saber qué opinan los políticos de la oposición ante tanta ostentación de poder, tanto atropello de las instituciones, ante tamaña justicia dependiente.
Pero claro, como están en campaña sólo se preocupan por disfrazar la ausencia de ideas con ridículas consignas publicitarias y apelan al denuncismo para simular compromiso. Los pre candidatos de UNEN, Ricardo Gil Lavedra, Alfonso Prat Gay y Victoria Donda, denunciaron ante la justicia electoral a La Presidenta por haber realizado “actos de campaña” en plena veda electoral.  El artículo 64 del Código Electoral establece que "durante la campaña electoral, la publicidad de los actos de gobierno no podrá contener elementos que promuevan expresamente la captación del sufragio a favor de ninguno de los candidatos a cargos públicos electivos nacionales". Entonces, los postulantes porteños pidieron a la jueza María Servini de Cubría que ordene al Ejecutivo “cesar en la inauguración de obras públicas y toda actividad en infracción”. En cierta forma, suplican que por unos días el Gobierno deje de gobernar, así pueden picotear unos cuantos porotos.
El fiscal federal con competencia electoral, Jorge Di Lello consideró mínimas las denuncias y explicó que, si bien durante la campaña no se pueden anunciar obras, la Constitución avala –y obliga- la publicidad de los actos de gobierno. Por si no se dieron cuenta, desde hace años, todas las semanas CFK inaugura muchas cosas, grandes y pequeñas, públicas o privadas. No es por la campaña, sino que está en constante actividad. Claro, Cristina hace trampa: según los denunciantes, en Cañuelas “pronunció un nuevo discurso en el cual detalló profusamente lo que ella considera logros de su gestión”. Así no vale, porque ellos sólo pueden exhibir ausencias en las bancas que algunos votantes les confiaron.
Pero si de cinismos e hipocresías trata este apunte, no debe omitirse el operativo video, que tiene como destinatario al ministro del Interior y Transporte Florencio Randazzo. El miércoles difundió unas escalofriantes imágenes que las cámaras instaladas en las cabinas captaron de unos escasos maquinistas irresponsables que manejaban dormidos o distraídos. Por las dudas, aclaró que eso no significaba culpar a todos los que cumplen con esa función, sino a esos casos particularísimos. Sin embargo, las corporaciones sindicales y los medios carroñeros salieron en defensa de lo indefendible. Lo que el ministro demostró es la necesidad de ejercer un control con todas las herramientas posibles para garantizar el buen funcionamiento del transporte ferroviario. Pero consideran que estigmatizan a los trabajadores con esta evidencia que interpretan como botoneada. Nada decían cuando desde las pantallas de TN se alentaba a los televidentes a filmar con sus celulares a los choferes de micros que hablaban por celular o leían el diario mientras conducían. Y todo para participar de un sorteo.
En medio de la campaña, ya se quedaron sin política. O no la han tenido nunca. Porque, de acuerdo a lo que se puede deducir de lo que dicen y hacen, están desorientados, desesperados. No pueden hacer pie en medio de su naufragio. Los números no cierran, aunque vociferen consignas criticonas a los cuatro vientos, aunque compitan entre sí para ver quién se opone con mayor vehemencia. Lo que suponían agonizante, está a punto de renacer. El fin de ciclo que tanto ansían parece cada vez más lejano. Un nuevo balde de agua helada los hará reaccionar o los condenará a un congelamiento eterno.

1 comentario:

  1. Con mucho gusto visitaré tu blog y espero que te sientas a gusto en este espacio. Bienvenido y a seguir intercambiando ideas.

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