lunes, 21 de noviembre de 2016

Soberanía con salsa amarilla



Los integrantes de las fuerzas gobernantes comenzarán diciembre con un retiro espiritual en Chapadmalal para encontrar excusas más contundentes que la pesada herencia o el clásico “ésa te la debo” para los fracasos de este año. Tal vez retiren los espíritus para acomodar mejor sus cuerpos de cara a las elecciones legislativas o para acondicionar la piel para un mes que promete ser muy caliente. Ellos le llaman retiro espiritual a lo que será, en realidad, una reunión no política donde definirán las estrategias y distribuirán los versitos que funcionarios, legisladores, voluntarios y laderos deberán memorizar para recitar en los estudios televisivos. En los días que quedan hasta entonces, afrontarán la vida real con las incongruencias de siempre: la patraña de que Argentina no creció en los últimos cuatro años, respetar las reglas del juego, integrarnos al mundo, entre muchas otras. Un creativo menú de consignas e indefiniciones para distraer a los atónitos votantes que aún esperan la Revolución de la Alegría.
Y seguirán esperando porque las inversiones no llovieron ni los brotes verdes se asomaron en esta extraña primavera del cambio. A pesar de las condiciones que se fueron cumpliendo por etapas, sólo el capital especulativo visitó nuestras tierras. Lo que el diario El país de España -otrora muy crítico del gobierno de Cristina- llamó el festival financiero y, en tiempos de la dictadura, la prensa vernácula bautizó como bicicleta financiera. Desde el 10 de diciembre, el empresidente Macri devaluó la moneda, eliminó retenciones, quitó aranceles a las importaciones, liberó exportaciones, finiquitó los controles cambiarios, saldó la usurera deuda con los buitres, batió récords de endeudamiento y terminó con el impuesto a la riqueza para que se produjera la tan prometida lluvia de inversiones. Pero no llovió. La sequía obligó a apelar a un blanqueo de divisas que apenas produjo algunas míseras gotas, a pesar de las tentadoras concesiones. Ahora, hasta permiten que familiares de funcionarios puedan acogerse a esta amnistía para fulleros monetarios. Y sigue sin llover.
Uno de los ideólogos de esta ceocracia, Javier González Fraga, autor del célebre apotegma “Los sectores medios gastaban más de lo que sus sueldos medios permitían”, aportó una novedosa explicación al fenómeno meteoro-monetario. Aunque algunos puristas de la academia consideren insulsos sus métodos de análisis, el apologista de Cambiemos encontró la manera de culpar al kirchnerismo por la recesión del futuro. “Nadie quiere invertir en el país porque no saben si no vuelve el populismo dentro de dos años”, aseguró, aguardando un aplauso que no se produjo. O el economista del establishment enloqueció o sugirió una forma de proscribir a los K sin demasiados costos institucionales. Además, dentro de dos años, en 2018, no hay elecciones a la vista, salvo que algún imponderable las vuelva necesarias.
Esperando a Godot
Premonición o fallido, pero esto sugiere que no se tienen mucha fe, a pesar de los caricaturescos intentos de Macri por insuflar optimismo. Porque las condiciones para el arribo de los tan ansiados capitales para el desarrollo no terminan ahí. La semana pasada, el Congreso aprobó el esquema de Participación Público-Privada para que las empresas realicen grandes obras de infraestructura con nulos riesgos y muchas ganancias. Estos PPP o APP no dieron buenos resultados en los países en donde se aplicó. David Hall, director fundador de la Unidad de Investigación Internacional de Servicios Públicos de la Universidad de Greenwich analizó la experiencia de Alemania, Indonesia, Francia, Dinamarca y Brasil, que son ejemplos para los PRO. Los escándalos por la multiplicación de los montos iniciales, la postergación de los plazos y abusos hacia los usuarios invitan más a rechazar este esquema que a aplicarlo. Pero, debemos integrarnos al mundo aunque para ello debamos adoptar su resaca.
No la “resaca” que mencionó el senador seudo kirchnerista Miguel Ángel Pichetto al hablar de la inmigración; postura que permitió que los amarillos desplieguen su natural  hipocresía. En una economía que se des-globaliza para fortalecer el mercado interno, el Gran Equipo se abre, no para ser el supermercado del mundo ­–como declaró Macri muchas veces-, sino su resumidero. La genialidad de permitir importaciones sin aranceles de artículos que producimos en el país no sólo facilita la fuga de divisas –casi sangría- sino que debilita las industrias locales, más aún en un escenario de consumo declinante. Si este experimento tenía como objetivo que los precios tiendan a la baja, el fracaso es notorio. Si, en cambio, pretendían aniquilar pequeños y medianos productores, el éxito es rotundo porque podrán concentrar la economía en pocas manos.
Y los que prometían en campaña generar millones de puestos de trabajo, han dejado en la calle a casi 700 mil argentinos. En estos once meses padecimos un combo de nuestras peores crisis: inflación, recesión, desempleo, desindustrialización, incremento de la pobreza, endeudamiento. Si Macri concibe al país como una gran empresa, es un pésimo gerente porque nos está llevando a la quiebra. Si los miembros de gabinete salieran mañana a decir “perdón, nos equivocamos; pensamos que de esta manera podíamos corregir lo que estaba mal y mejorar lo que estaba bien pero aplicamos mal la receta”, todo bien. Pero no se equivocaron: éste es el plan.
Todavía quedan algunas condiciones más que cumplir antes de que comience la tan mentada lluvia. Aunque intenten poner paños fríos con algunas limosnas con forma de bono, no torcerán el camino hacia el abismo. Esas sumas que destinarán a los beneficiarios de asignaciones y a los empleados del Estado, apenas será una gota en el desierto que será succionada por los formadores de precios, que han abusado de su posición dominante ante la inacción del gobierno. Apenas quieren atenuar el descontento que ya está comenzando a evidenciar sus síntomas. Porque el Plan PRO nos necesita pobres, desamparados y sometidos, suplicantes de migajas y muy agradecidos.
Pero eso no es todo. Además quieren trabajadores flexibles. Desde hace años escuchamos hablar de los salarios como un penoso costo para los grandes empresarios. Ahora, el empresidente cuestiona las licencias por enfermedad y otros derechos que siempre están en peligro cuando el neoliberalismo gobierna. Incrementar el desempleo para extorsionar a la clase obrera. Esa es la otra condición para que las inversiones vengan. Entonces, cuando lleguen, con bajas impositivas, libertad para fugar y facilidad para explotar a los obreros y cobrar lo que se les antoje por sus servicios, el derrame será apenas un insignificante goteo que no logrará mover el amperímetro del desarrollo tan prometido.  
Y si el nuevo presidente del Imperio, Donald Trump logra tentar a los capitalistas norteamericanos que pululan por el mundo, veremos partir muchas empresas que casi creíamos propias. Por lo tanto, la pregonada esperanza para el año que viene no será más que una falsa ilusión. Como el panorama no es muy auspicioso, están pergeñando las tretas de cara a las elecciones legislativas, desde los lemas para eludir preguntas incómodas hasta las bombas distractivas de los medios cómplices. Quizá por eso están un poco desesperados para incrustar la reforma política con voto electrónico incluido, empantanada en el Senado por sus múltiples vulnerabilidades. Tanto denunciar fraudes inexistentes, ellos están defraudando antes de cumplir el primer año. Y lo van a seguir haciendo.

3 comentarios:

  1. Primero lo primero, hay palabras que pueden sonar muy ofensivas para la delicada epidermis amarilla, "Soberanía" es una de ellas y probablemente sea la peor; muy pero muy mal de su parte incurrir en tan groseras faltas de educación... no se nombra la soga en casa del ahorcado, ni la soberanía - esa asquerosidad - en la choza de gunga din.
    Seguramente no pensó en la posibilidad de que nuestro amado virrey, interrumpiendo sus merecidas y permanentes vacaciones, se haya acercado a leer sus líneas.... ¿y si le da un patatús?, quién podrá defendernos?, quién podrá guiarnos en esta excursión al mundo mundial sin su luz en la tiniebla?... prat grasa no puede, apenas si puede repetir "no sé, no sé... no sé", una pena, uno pensando que era ministro y resultó disco rayado, un problemita... casi tan problemático como si se le ocurre recurrir a marquitos peña, ese "cerebro", medio cerebruto que, ay, diosito, por qué no sos argentino?, "se la debe".
    Que conste que sólo tomé una palabra de su largo post, se agradece el esfuerzo que se tomó pero, hay médicos que a veces son casi amigos y el mío me prohibió malas sangres, berrinches y decepciones, así que me retiro ahora nomás, no vaya a ser que si sigo leyendo las peripecias de nuestro amado líder disfuncional y su "equipo", justo en su desdichado cumpleaño (sin S, que recién es 1, una eternidad), termine cortándome las venas con una chocolina filosa...

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    1. Y lo que sangro al investigar para escribir estos apuntes es inimaginable... En fin, es un camino elegido y emprendido con "placer". Abrazote

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    2. Capaz que al final todo se remita a una cuestión de matices o puntos de vista, el "sangrado" es entendible pero no sé hasta dónde se justifica padecerlo - dada la naturaleza tóxica del desgobierno de estafemos y el carismático virrey capataz mau - porque donde hay tóxico hay enfermedad y estos tipos son enfermantes... pero, lo dicho antes, matices, puntos de vista, que dependen de cada mirada.
      Tampoco hay que perder de vista la naturaleza farsesca y fronteriza con el ridículo de este menjunje amarillo y perfectamente podemos ser serios mientras nos burlamos de tanta impostura, no evitamos el veneno, apenas achicamos un poco el daño, al menos lo más visible....

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