miércoles, 10 de junio de 2015

Nuevas muestras de impotencia



Tiempos de paros extraños y sospechosos accidentes estamos viviendo. Película que ya vimos varias veces en nuestra historia pero en los últimos años, la proyectan con obsesiva insistencia. De tan reiterativa, conocemos el truco. Hasta podemos predecir, sin ser adivinos, que el próximo accidente se producirá cerca de octubre, unas semanas previas a las elecciones presidenciales. Y con más certeza aún si el candidato del FPV es Florencio Randazzo. Como Pierre Nodoyuna, el personaje de Los autos locos, los que se saben perdedores nunca juegan limpio. Los que no tienen nada que proponer, sólo pueden ganar algo en la confusión. Los que no quieren al país, se benefician con las crisis y ya se están preparando para provocarla.
Que el conductor de una formación ferroviaria ponga en funcionamiento la locomotora a pesar de no estar autorizado, de las señales en rojo y de las órdenes del controlador para embestir otra máquina suena escalofriante, como un kamikaze que sólo busca la tragedia. Sólo alguien con demasiada protección puede hacer algo así y a esa protección hay que llegar para desterrar esa amenaza mafiosa. De una vez por todas, el que está detrás de esta horrorosa escena deberá salir a la luz y recibir el castigo que merece. Ya está claro que no hubo falla mecánica ni humana sino voluntad de provocar una catástrofe, aunque no de la magnitud de las anteriores. Pero podría haberlo sido, porque han demostrado no tener límites.
Si esta pantomima tenía como objetivo opacar la presentación de los coches nuevos que se iba a realizar en esa misma estación a la mañana siguiente, si busca horadar la imagen de Florencio Randazzo o de CFK quedará para análisis posteriores. El hecho en sí es aberrante. Y el maquinista y su ayudante deberán confesar quién les dio la orden para llevar adelante un plan tan perverso, además de pagar los daños que han producido, por supuesto. Porque si no, deberemos lo pagarlo entre todos y eso no es justo. Los que se conmueven con la detención de los actores principales del drama deberán comprender que no son trabajadores, sino delincuentes. Por si quedan dudas, chocaron el tren adrede y hay que tener estómago para defender algo así.
Para completar el cuadro pre electoral, el paro general convocado por las centrales obreras opositoras aporta un condimento menos amargo. O más absurdo. Algunos lo han considerado más como el sitio de una ciudad que como una protesta sindical de alcance nacional. Desde las demandas hasta los desproporcionados métodos avergonzarían a cualquier trabajador del mundo. Y eso, sin hacer demasiado hincapié en los dichos de uno de sus organizadores, Luis Barrionuevo, cuya lengua nunca encuentra corazón ni cerebro que la guíe. En lo que sí es necesario detenernos es en la representatividad que tienen personajes como él. Si es por las banderas que porta, más parece representarse a sí mismo que a trabajadores gastronómicos que, por sus salarios, no están contemplados en el cuestionado Impuesto a las Ganancias. Además, de tanto estar atornillados al sillón, se han olvidado de lo que es ser un trabajador.
El mejor menú contra el hambre
Mientras estas pequeñas escenas tratan de nutrir titulares y comentarios agoreros para recalentar el ánimo de un puñado de prejuiciosos, La Presidenta, desde Roma, sintetiza un rumbo para terminar con la desigualdad. Antes, los medios hegemónicos trataron de digerir el bocado amargo del encuentro con Francisco. Sorpresa, enojo, indignación, hasta ganas de renunciar al catolicismo expresaron algunos ante cámaras, micrófonos y teclados. Los más osados esbozaron alguna velada amenaza al Papa, como si le dijeran “no la reciba más, de lo contrario, se convertirá en blanco de nuestras más descarnadas diatribas”. O Carrió, que, extralimitada como siempre, lanzó sus incomprensibles advertencias apocalípticas.
Además de esas dos horas que desencajaron a la prensa opositora, CFK asistió a la 39° Conferencia de la FAO para recibir un premio en reconocimiento a la lucha contra el hambre. De acuerdo a los datos del organismo dependiente de la ONU, Argentina ha mantenido el nivel de desnutrición por debajo del 5 por ciento en los últimos 25 años. Y como los malhumorados de siempre no pudieron contrastar este dato, sólo apelaron a burlarse.
Sin embargo, en ese escenario de Roma, además de datos, hubo argumentos y de eso Cristina tiene mucho. Y la mirada puesta mucho más allá del Hoy. Por eso, ante mandatarios y representantes de otros países, CFK explicó que “el hambre tiene que ver con modelos de sociedad y erradicarlo depende fundamentalmente de tener trabajo, educación y políticas sociales”. A la par que burócratas anquilosados y trabajadores extraviados presionan para torcer el rumbo, La Presidenta lo refrenda: “hemos tenido un proyecto de país, un modelo de sociedad más equitativa, más justa e igualitaria, que es el mejor antídoto en la lucha contra la pobreza”. Y a esto parecen oponerse con sus paros, analogías y accidentes tan poco accidentales.

4 comentarios:

  1. Sobre el "accidente" de Temperley, en este video compaginé y sincronicé los dos videos que circulan en la red: el de la cabina (sin sonido) y el del frente de la locomotora (con sonido), depurados de interrupciones e indicaciones.

    El link es este: https://www.youtube.com/watch?v=Bs6yjOh7bl8

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  2. Gracias. Eso puede ayudar a tenerla más clara. Abrazote

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