viernes, 6 de junio de 2014

En busca del pensar perdido

   El cargo que ocupará el filósofo Ricardo Forster, dentro de la órbita del flamante Ministerio de Cultura se convirtió en un anzuelo muy tentador para los bagres que tanto abundan. Claro, el título Coordinación Estratégica para el Pensamiento Nacional” puede desatar las más desopilantes fantasías. Desde libros de textos para infantes con endulzadas fotos de Cristina hasta una campaña de afiches con las frases más destacadas del ideario K, fáciles de memorizar. O también, que el miembro de Carta Abierta golpee la puerta del baño de un desprevenido ciudadano para indagar sobre los intríngulis de sus divagaciones. O que esto sea el inicio de la conformación de una policía del pensamiento que castigue a los que no comulgan con el kirchnerismo. Y, por supuesto, las fabulaciones sobre los honorarios que recibirá por su tarea, como si fuera la única persona del mundo que cobrará como funcionario del Estado, como si todos los que formulan sus destempladas críticas lo hicieran por unas monedas.
   Ya nos encontraremos, por supuesto, con algunos transeúntes que clamarán, preocupados, que el Gobierno quiere que todos pensemos lo mismo, sin tener en cuenta que, al repetir los temores mediáticos, padecen la penetración del discurso dominante, ése que tiende a sembrar la desconfianza hacia todo lo que decide Cristina y su pandilla. Desde esas usinas que se amplifican hasta límites enloquecedores, presentan como escandaloso que se nombre en una nueva función a quien ha manifestado muchas veces su coincidencia con los lineamientos principales del pensamiento K. ¿Acaso hay algún mandatario que elija como funcionario a un extrapartidario o, en casos extremos, a miembros de la oposición? ¿O es la primera vez que se crea una nueva dependencia en alguno de los niveles del Estado?
   Esto, por supuesto, no significa aplaudir de pie este organismo que recién se estrena ni la capacidad del filósofo para cumplir con sus objetivos. No siempre un gran intelectual se transforma con éxito en un eficiente funcionario. Menos aún cuando no se sabe cómo se articulará el debate federal que propone ese "espacio abierto para discutir todo lo que es imprescindible en la Argentina de hoy", de acuerdo a lo prometido por Forster.
   Lo que puede confundir a los ciudadanos de a pie es el término pensamiento, que, en la vida cotidiana tiene un sentido diferente al académico. Lo primero es la actividad intra-comunicacional relacionada con los conflictos con que nos enfrentamos en el día a día: cómo nos vamos a vestir, el saldo de nuestra tarjeta, pequeños planes para el fin de semana, qué comemos esta noche. Gran parte de lo que llamamos ‘pensamientos’ son conversaciones con nosotros mismos que no tienen trascendencia para nuestros conciudadanos.
   En cambio, en los planes de estudio de algunas carreras universitarias aparecen asignaturas encabezadas por ‘Pensamiento’ para dar cuenta de la construcción intelectual de muchísimos personajes notables a lo largo de la historia. Nuestro pensar cotidiano no se verá afectado por este nuevo espacio que tiene como objetivo actualizar las cuestiones cruciales que se han planteado desde siempre. “Vamos a intentar armar una secretaría que sea capaz de articular la complejidad de la historia intelectual argentina, la historia política e ideológica, y que sea capaz de discutir los temas del presente y del futuro, ése es el objetivo”, explicó Forster.
   Todo sirve para esclarecer las ideas, todo aporta para la construcción del país. Menos, por supuesto, los cacareos permanentes de los siervos del establishment que defienden con uñas y dientes la rapiña neoliberal. Perdón, no llegan tan lejos. Por ahora, quieren sacarse de encima todo lo que destile un aroma K. Después, seguirán despotricando contra el que venga cuando las medidas no satisfagan las angurrias de sus amos. Mientras tanto, algunos conciudadanos enfurruñados transitan por la vida convencidos de portar un pensamiento crítico cuando, en realidad, sólo repiten preceptos criticones sin comprenderlos demasiado. Y creen ser libres, aunque están encadenados a un ideario nocivo que sólo los considera carne de cañón.

3 comentarios:

  1. Muy bueno. Centrado en la cuestión. Uno puede ser neoliberal cobrando cuantiosas sumas por serlo. Pero para oponerse al neoliberalismo parece que no basta con hacerlo gratis: hay que pagar, y aún eso no basta... ¿Pretenderám que Forster para ser funcionario no sólo no cobre, sino que además pague?... Cosa que hará, de hecho, con las vendettas de las que será objeto por parte de los poderosos de siempre...

    Adrián Corbella

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  2. Por supuesto, todo lo que ellos hacen está bien, aunque sea insultar, mentir, amenazar, manipular porque sus nobles objetivos apuntalan el acrecentamiento de sus billeteras. Tiene el "purismo" de la libertad de mercado, es decir, el libertinaje carroñero. Un placer reencontrarme con vos en este espacio

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  3. Estoy con serios problemas de conexión. Mi modem ha enloquecido...

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